Ahora entiendo que mi propia aceleración -lo aprensivo, el no poder quedarme quieto, la velocidad al comer, el movimiento inherente de mis pies- se deben en general a la aceleración de los objetos descrita en el volumen 17 por Albert Einstein, esto demuestra que no soy yo sino es la aceleración inherente de mis moléculas en el espacio-tiempo donde todos los objetos se aceleran.
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