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miércoles, 23 de abril de 2014
Para una hija
Cuando leí la historia de Rachel Beckwith fue inevitable sentir un nudo en la garganta. La narración de su corta vida me hizo pensar en lo afortunados que somos. Una vida corta, sí, pero más fructífera que muchas otras. El deseo de Rachel, con solo ocho años, era saciar la sed de los niños de África. Rachel era una niña muy religiosa y se enteró en su Iglesia que millones de niños en África mueren antes de los cinco años porque no tienen acceso al agua potable. Esto le impresionó tanto que en su inocente cabecita nació una idea, pronto sería su cumpleaños y estaba segura que recibiría muchos regalos, pero ella ya no los quería, deseaba ayudar a esos pobres niños y pensó que sería mejor que sus familiares y amigos le dieran el dinero que iban a gastar en sus regalos para crear un fondo y llevar agua al África. Creó así una página web con ayuda de sus padres y empezó su campaña. Su meta era conseguir 300 dólares que enviaría al África a través de una empresa de ayuda; cuando empezaron los aportes, Rachel pensó que este año iba a celebrar su cumpleaños como nunca antes. "Le pido a todos mis conocidos que donen dinero para mi campaña en vez de hacerme regalos", escribió en su página web. Pero su historia tendría un giro dramático y triste. A solo una semana de su cumpleaños, Rachel había logrado acumular 220 dólares por lo que ya muy cerca a su meta cerró su página web. Esa tarde, se accidentó gravemente luego que el auto, donde viajaba con su madre y hermana, colisionara violentamente junto a otros 12 vehículos en la carretera interestatal 90 en Bellevue. La pequeña estuvo unos días en coma y luego falleció. Nada pudieron hacer los médicos ante sus múltiples contusiones. Pero a pesar de la pena e intenso dolor, sus amigos y familiares querían asegurarse de que se cumpliera su sueño. El pastor de su iglesia volvió a abrir su página web y contó su historia. No tardó mucho en recibir la primera respuesta de apoyo y, desde entonces, los 220 dólares que había conseguido, crecieron inimaginablemente. Primero fueron amigos y familiares, luego gente de su localidad, otros Estados y luego otros países. En un pestañear, la cuenta de Rachel se había incrementado a 400 mil dólares y más de 10 mil personas habían contribuido motivados por su dulce historia. "Charity:Water" es la organización a la que está designada el dinero recolectado de la campaña de Rachel, una campaña que resultó ser la más grande y exitosa que jamás se haya visto y que ayudará a salvar aproximadamente 20 mil vidas en África, considerando que se calcula que con 20 dólares se puede proveer de agua potable a una persona durante 20 años. Aunque los padres de la pequeña están devastados, el interés de las miles de personas por contribuir con el sueño de su hija, le dan fuerzas para continuar, sobre todo porque sienten que su pequeña se los va a agradecer. La madre de Rachel escribió en la web: “Sé que ahora mismo Rachel está sonriendo". Eres una niña increíble, sigue así, vas muy bien, y te doy el siguiente consejo: Escucha, hija mía, la instrucción de tu padre y no abandones la enseñanza de tu madre. Serán una guirnalda para adornar tu cabeza y una cadena para adornar tu cuello. – Proverbios 1:8-9. ¡No lo olvides Dios siempre está contigo, él nunca te dejará! “El mayor error que una persona puede cometer es tener miedo de cometer un error.” Rolando Javier Robledo Arroyo Abril 2014 http://my.charitywater.org/rachels9thbirthday
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